La cápsula endoscópica es una opción que permite visualizar el interior del tracto
digestivo del paciente.
Se trata de una cámara diminuta del tamaño de una pastilla promedio que al ser
ingerida, toma fotografías, las cuales son enviadas a una grabadora que la persona
porta en la cintura o el hombro.
No se absorbe ni se digiere, sigue el mismo camino que corre el alimento, y puede
permanecer varias horas (regularmente 24) en el paciente. Sirve para detectar el
origen de un sangrado, úlceras, pólipos, tumores, enfermedad inflamatoria
intestinal, enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca.
Cada cápsula es utilizada sólo una vez y es expulsado en las deposiciones.
El gastroenterólogo será el profesional de la salud encargado de su seguimiento,
quién deberá conocer a detalle el historial clínico del paciente, considerando los
medicamentos que consume, si existe alergias o si existe algún bloqueo intestinal.